CLXXV Aniversario Fundación Guardia Civil (1844-2019)

Orígenes de la Guardia Civil en la provincia de Cádiz

  • Este año la Benemérita cumple 175 años

Un Guardia Civil de Infantería.

Un Guardia Civil de Infantería. / E.S.

LA Guardia Civil es la institución policial española más antigua actualmente. Mantiene ininterrumpidamente desde su fundación, en 1844, la misma marca corporativa y deontológica, sin perjuicio de haberse adaptado a la evolución de los tiempos. También es la de mayor despliegue territorial y número de efectivos.

Tras finalizar la Guerra de la Independencia en 1814 se agudizó el grave problema de seguridad pública que padecía España. Para intentar solucionarlo, Fernando VII dispuso el empleo de tropas militares.

Entonces no existía una institución policial que lo afrontara. A pesar de los grandes esfuerzos del Ejército y la Milicia Nacional, los resultados no fueron satisfactorios. Su adiestramiento, organización y empleo no eran los más idóneos para la prevención y persecución de la delincuencia. Como era necesario disponer de una institución específica para ello, se fueron creando por los sucesivos gobiernos diferentes cuerpos armados, civiles o militares. Sin embargo, aquello no era empresa fácil y todos terminaron siendo disueltos por diversos motivos sin que ninguno alcanzara el objetivo deseado.

La seguridad pública se fue deteriorando cada vez más y la desmovilización que siguió al concluir en 1840 la Primera Guerra Carlista, tras siete años de enfrentamientos, lo empeoró. Hubo que esperar hasta la creación del Ramo de Protección y Seguridad, en el seno del Ministerio de Gobernación, por real decreto de 26 de enero de 1844, para que se diera el primer paso firme para afrontar tan preocupante situación.

Comenzaba su articulado disponiendo que el servicio de protección y seguridad pública estaría exclusivamente a cargo del Ministerio de Gobernación de la Península y de sus respectivos agentes en las provincias. Y finalizaba, disponiendo que el ministro debía proponer la organización de una “fuerza especial” destinada a proteger eficazmente personas y propiedades. Había que crear por lo tanto una nueva institución policial de ámbito estatal, ya que la última que había existido como tal, estaba abolida por real decreto de 2 de noviembre de 1840, sin que hubiese llegado siquiera a tener un desarrollo integral ni completar su despliegue territorial.

El segundo paso de importancia se dio con la creación del Cuerpo de Guardias Civiles, por real decreto de 28 de marzo de 1844. Se trataba de una fuerza civil y dependiente del Ministerio de la Gobernación. Tenía por objeto proveer al buen orden, a la seguridad pública, a la protección de las personas y de las propiedades, dentro y fuera de las poblaciones, si bien, en cuanto a la organización y disciplina, dependería de la jurisdicción militar.

Nacía para ser la policía uniformada civil del Estado, pero por real orden de 12 de abril siguiente, se encomendó su organización al Ministerio de la Guerra. Se comisionó para ello al mariscal de campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada, que tenía gran vinculación con nuestra provincia. Realizó un exhaustivo informe sobre las vulnerabilidades y fortalezas del nuevo Cuerpo, marcando con ello su sólido futuro.

El tercer y definitivo paso se dio con el real decreto de 13 de mayo, otorgando naturaleza militar a la Guardia Civil. Quedaba sujeta al Ministerio de la Guerra respecto a organización, personal, disciplina, material y percibo de sus haberes; y al Ministerio de la Gobernación en lo relativo a su servicio peculiar y movimiento.Tal y como escribiría años después en sus Episodios Nacionales, el insigne escritor Benito Pérez Galdós, “fue creado en el seno de España un ser grande, eficaz y de robusta vida, ..., la Guardia Civil”.

Al objeto de desplegarse por toda la geografía española y convertirse en la primera institución de seguridad pública del Estado que llegase a todos los ciudadanos, se dispuso la creación de 14 unidades denominadas Tercios, a razón de uno por Distrito militar de la época. Estaban integrados por 34 compañías de infantería y 9 escuadrones de caballería, fijándose su primera plantilla en 14 jefes, 232 oficiales y 5.769 de tropa.

Y ello fue posible gracias a la sólida cimentación deontológica que redactó el duque de Ahumada y que quedó recogida en La Cartilla del Guardia Civil, aprobada por real orden de 20 de diciembre de 1845. Su artículo 1º disponía: “El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás”. Y por ese recto e inquebrantable principio se rigió desde el primer momento la nueva institución.

Iniciado el proceso de selección, los aspirantes admitidos fueron adiestrados en los campamentos que se establecieron en las localidades madrileñas de Leganés (infantería) y de Vicálvaro (caballería). Seguidamente se procedió por real orden de 25 de noviembre de 1844, a su distribución entre los diferentes Tercios creados, al objeto de que marchasen a sus respectivas provincias.

El Tercer Tercio, con cabecera en Sevilla y mandado por el coronel José de Castro, comprendía las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, dotándosele de tres compañías de infantería y un escuadrón de caballería, con un total de 1 jefe, 21 oficiales y 537 de tropa. Para perfeccionar su instrucción estuvieron un breve periodo en otro campamento sito en Alcalá de Guadaira. La 3ª Compañía, compuesta por unos 140 hombres encuadrados en cuatro secciones, fue asignada a la provincia de Cádiz, siendo destinado para mandarla, por real orden de 17 de septiembre anterior, el primer capitán José María de Cisneros Lanuza.

La 1ª Sección se estableció en Cádiz, prestando su servicio en el interior de la capital y extendiendo su acción hasta la vecina ciudad de San Fernando.

La 2ª Sección en Jerez, responsabilizándose de la seguridad del “camino principal” que conducía a Sevilla. También debía recorrer constantemente los caminos hacia Arcos, Sanlúcar y Puerto de Santa María.

La 3ª Sección en Medina Sidonia, vigilando especialmente los pinares de Chiclana, y extendiéndose hacia los términos municipales de Conil y Vejer.

La 4ª Sección en Algeciras que, tras ser sustituida antes de desplegar por una de caballería, ubicó su mando en San Roque, encomendándosele la vigilancia del Campo de Gibraltar.

En 1847, por real orden de 12 de noviembre, fue creada la 5ª sección, en Villamartín, al objeto de velar por la seguridad pública en la sierra gaditana. Tan sólo cinco años más tarde, la Guardia Civil tenía ya desplegadas seis Líneas, con cabeceras en Jerez, Grazalema, Puerto de Santa María, Medina Sidonia, Villamartín y San Roque.

Había 25 puestos: Cádiz, Jerez, Arcos, Sanlúcar, Grazalema, Ubrique, Olvera, San Fernando, Puerto Real, Puerto de Santa María, Rota, Chiclana, Conil, Vejer, Alcalá de los Gazules, Medina Sidonia, Villamartín, Prado del Rey, Algodonales, Tarifa, Jimena, Algeciras, Los Barrios, La Línea de Gibraltar y San Roque. En total 242 guardias civiles (211 de infantería y 31 de caballería).

Tal y como escribió el jefe político de la provincia, Manuel Lassala Solera, a los alcaldes en 1845: “La Guardia Civil es el brazo de protección y seguridad que el Gobierno ofrece al hombre honrado, y lo es de persecución y de temor para el delincuente y de mal vivir”.

¡Feliz aniversario a la Guardia Civil durante todo el 2019!

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