SEQUÍA

Discotecas, panaderías y restaurantes del Campo de Gibraltar se preparan para los cortes de agua nocturnos

Tania Santos, copropietaria de 'Taylis', enjuaga vasos antes de meterlos en el lavavajillas.

Tania Santos, copropietaria de 'Taylis', enjuaga vasos antes de meterlos en el lavavajillas. / Erasmo Fenoy

La hostelería es uno de los sectores más castigados con los cortes de agua nocturnos que, a partir de este miércoles 10 de enero, se efectuarán en todos los municipios del Campo de Gibraltar, salvo Tarifa.

Discotecas, pubs, restaurantes, bares y panaderías se preparan para sobrevivir a las restricciones causadas por la sequía que, salvo un milagro, todo apunta a que estarán vigentes varios meses. Por el momento, desde las once de la noche y hasta las seis de la mañana, no habrá agua, lo que supone un grave problema higiénico para muchos de estos negocios.

Garrafas de agua acumuladas ante la barra de la licorería 'Marieta', este miércoles. Garrafas de agua acumuladas ante la barra de la licorería 'Marieta', este miércoles.

Garrafas de agua acumuladas ante la barra de la licorería 'Marieta', este miércoles. / Erasmo Fenoy

Garrafas de agua mineral

"Si llegan a cortar el suministro en plena campaña de Navidad, nos habrían hecho polvo", cuenta Damián Casal, propietario del bar de copas Marieta, en la avenida Capitán Ontañón. "Afortunadamente -añade-, enero y febrero son meses más flojos para nosotros porque la clientela se reduce drásticamente". Ante este panorama, Casal está comprando garrafas de agua mineral que servirán para que los camareros llenen manualmente el depósito del lavavasos. Por el momento, en Marieta no se han planteado el uso de recipientes de plástico, una opción que barajarán en un futuro, cuenta el empresario.

Sobre los baños, las cisternas también se llenarán a mano y con frecuencia mientras que las limpiadoras, "que solían trabajar de madrugada, cuando cerrábamos el pub, ahora tendrán que hacerlo por la mañana", añade Casal. La fuerza ahorca.

Una de las principales discotecas de Algeciras, cuyo horario es de 2:00 a 7:00 de la madrugada, acaba de comprar 50 garrafas de agua mineral de 5 litros cada una para poder abrir este fin de semana. Sin embargo, uno de sus responsables, asegura que prefieren "prepararse para lo peor", es decir, que los cortes duren muchos meses, por lo que están buscando un depósito de agua, "no muy grande", para instalarlo en uno de los almacenes. 

"Hasta que tengamos el depósito, tendremos que contratar a más personal para reforzar los enlaces hasta el almacén, donde estarán las garrafas. También tendremos que llenar de manera constante, y a mano, el lavavajillas y las cisternas", cuenta este responsable. "Y en los aseos, habrá alguien fijo, toda la noche, echando agua con lejía". 

Todas estas soluciones se traducen en un sobrecoste para los propietarios de estos negocios nocturnos, tanto por el agua mineral como, sobre todo, el personal extra.

Vasos y copas en un pub de la avenida Capitán Ontañón. Vasos y copas en un pub de la avenida Capitán Ontañón.

Vasos y copas en un pub de la avenida Capitán Ontañón. / Erasmo Fenoy

Depósitos de agua

Carlos de Arcos elabora pan de madrugada en su obrador Canela y trigo, en Algeciras. Entiende que la administración competente tenía que adoptar medidas para paliar la sequía, pero protesta por la poca antelación con la que ha anunciado los cortes. "En dos días, los negocios apenas tenemos margen de maniobra", lamenta.

En su caso, necesita agua para que el horno tenga presión y eche vapor, para la fermentadora y, por supuesto, para elaborar las masas

De Arcos ha optado por instalar un depósito de agua, un pequeño aljibe con bomba, una práctica completamente legal, como asegura José Manuel Alcántara, el director general de Arcgisa. "Esa medida es comparable a que un particular tenga un termo eléctrico en su casa", explica. 

"Con algo más de tiempo, habría conseguido un presupuesto mejor para instalar el depósito, pero me lo tomo como una inversión de futuro", considera el panadero.

Grandes hoteles como el Reina Cristina cuentan, desde hace años, con un aljibe propio. 

Un camarero sirve dos vasos de agua "de grifo". Un camarero sirve dos vasos de agua "de grifo".

Un camarero sirve dos vasos de agua "de grifo". / Erasmo Fenoy

La esperanza del hilillo

Santiago Macías, presidente de la Asociación Linense de Autónomos de Hostelería, mantiene la esperanza de que esta noche, al abrir el grifo, caiga un "hilillo de agua" que les permita trabajar, aunque sea con poca presión. Explica que su mayor preocupación es la higiene. 

Considera que los bares y restaurantes que cierran la cocina sobre las once o doce pueden capear mejor la situación que los locales nocturnos. Eso no les salvará, no obstante, de "llenar muchos cubitos con agua" y, en caso del hilillo salvador, "lavar los platos a mano". "De lo contrario, tendremos que dejar la vajilla sucia metida en agua y fregarla a la mañana siguiente, igual que los baños", declara Macías. 

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