Algeciras CF

Catálogo de errores del Algeciras cuando se acerca el final de la temporada

Zequi intenta llevarse el balón el pasado domingo en Cerro del Espino

Zequi intenta llevarse el balón el pasado domingo en Cerro del Espino / Alejandro Matías

Situaciones como las que vive el Algeciras CF, con cinco derrotas consecutivas, generan preguntas que nadie todavía responde en el club sobre el estado de una plantilla y un cuerpo técnico que hace poco más de un mes estaba en disposición de asegurar la permanencia en Primera Federación, y que ahora juega con aproximarse a la zona de descenso. Los errores se amontonan en un momento crucial de la competición.

Quedan tres puntos, y quien sabe si puede que menos, para consolidar plaza una temporada más en la tercera categoría del fútbol español. La orilla sigue estando cerca, pero el barco, siguiendo el símil, parece estar al pairo, sin llegar a alejarse pero sin tocar la arena con su quilla. En más de una ocasión, el equipo ha respondido solo en la mitad de los partidos, cuando no en la mitad de la mitad.

En el derbi del Estrecho, la Agrupación Deportiva Ceuta marcó tres goles entre la primera parte y los compases iniciales de la segunda. Cuando el Algeciras se decidió a responder con otros tantos le faltó tiempo. Entonces el entrenador, Lolo Escobar, alabó a sus jugadores y apuntó que pudo equivocarse en no sacar de inicio a Borja Fernández, que siempre ha llevado la manija de los albirrojos. 

Ese análisis, sin embargo, no anuló la evidencia de un equipo superado por los caballas por las bandas y en la distribución de juego, con un Uche que demostró su calidad en el centro del campo. La defensa de tres de los algeciristas, principalmente, hizo aguas, pero para que eso ocurra también es habitual que se den errores de cobertura en el medio campo.

Casi un calco, sin tanta agua como en Ceuta, sucedió el domingo pasado en el Cerro del Espino, contra el Atlético de Madrid B. El Algeciras CF no consiguió imponerse en ninguna faceta del juego durante la primera parte. Los colchoneros se plantaban en las proximidades de la meta defendida por Lucho García en tres o cuatro toques, no más, y los jóvenes del filial fueron mayoría frente a los defensores algeciristas en más de una ocasión, habitualmente por las bandas. 

Y si se recuerda la derrota en Mérida, ídem de ídem. El conjunto dirigido por Lolo Escobar concedió la segunda parte, no la primera, y se dejó remontar el gol inicial de Mario para que los romanos le endosaran otros tres goles.

Otra cosa es en casa, dónde el Algeciras se comporta de una manera distinta a como lo viene haciendo fuera, mucho más concentrado como equipo. En el Nuevo Mirador se han percibido algunos de los defectos descritos, como la falta de personalidad frente al Murcia, pero los partidos se han perdido por detalles como el acierto aislado de los pimentoneros ante el gol o los errores individuales de Lucho García o colectivos, en el tercer tanto, contra el Antequera.

Para cada partido hay unas razones distintas de las carencias, que si la alineación de este o aquel, que si las ausencias por lesión o por sanción, que si la falta de un nueve, pero la consecuencia es la misma: el Algeciras es una perita en dulce por los costados, y le falta actitud en muchos compases. La varita mágica la tienen cuerpo técnico y jugadores.

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