Los efectos del resultado del referéndum de 2016 sobre la pertenencia del Reino Unido en la UE no han acabado siete años después. Todavía hay algunos flecos pendientes en relación con el Gobierno británico y el tratado que debe regir las relaciones con Gibraltar todavía está en una interminable fase de negociación. Afortunadamente, el previsible nombramiento de un nuevo Gobierno en España esta semana puede suponer un impulso al proceso. Se ha dicho en varias ocasiones que el Reino Unido (y Gibraltar) se han salido de la UE, pero no de Europa, un continente al que está vinculado por un conjunto importante de intereses estratégicos, valores y principios. Sin embargo, ayer, después de una importante sentencia del Tribunal Supremo británico, el primer ministro Sunak dio un fuerte apoyo a los sectores más conservadores de su partido que defienden la opción de que el Reino Unido se retire del Convenio Europeo de Derechos Humanos y se desligue aún más de esos valores y principios que unen la comunidad europea de Estados.

Efectivamente el Tribunal Supremo británico publicó ayer una sentencia que declara la ilegalidad de las deportaciones a Ruanda de los solicitantes de asilo al no ser considerado un país seguro. El Supremo recrimina en su decisión al Gobierno que no hubiera tenido en cuentas las pruebas aportadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, en las que dejaba claras las dudas sobre la capacidad del Gobierno de Ruanda para poder gestionar con garantías de legalidad la tramitación de centenares de solicitantes de asilo. El Tribunal también pone en duda que el acuerdo con Ruanda cumpla con los estándares de protección y respeto de los derechos humanos que el Reino Unido debe cumplir en virtud de sus obligaciones internacionales. Ya había en el interior del Partido Conservador un sector que defendía la retirada del Convenio Europeo de Derechos Humanos y Sunak ha insinuado que se podrían plantear las reformas legales necesarias, una velada alusión a esa posible retirada.

De producirse este nuevo Brexit, Gibraltar se vería involucrado en un proceso controvertido. Gibraltar es un territorio plenamente comprometido con la defensa de los derechos humanos y comparte esos valores europeos. A través del Tribunal Europeo de Derechos Humanos precisamente obtuvo en su día el reconocimiento del derecho de voto en las elecciones al Parlamento Europeo (caso Mattews). Si se inicia el nuevo proceso de salida británica de una institución europea supondrá un importante reto para Gibraltar. En mi opinión, esta opción de retirada sería extraordinariamente negativa para Gibraltar y tendría que replantear seriamente su relación constitucional con la metrópoli.

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