Patrimonio

La obra de Andrés Vázquez de Sola, para siempre en San Roque

  • La colección del artista sanroqueño supone un recorrido por la historia de la humanidad a través del retrato

  • La primera sala del centro, dedicada a personajes campogibraltareños

Un hombre observa tres de las obras de Andrés Vázquez de Sola en San Roque.

Un hombre observa tres de las obras de Andrés Vázquez de Sola en San Roque. / Vanessa Pérez

La obra de Andrés Vázquez de Sola, sanroqueño universal, permanece para la posteridad en el nuevo Centro de Arte Contemporáneo de San Roque, ubicado en la antigua Casa Consistorial de la Plaza de Armas.

La colección de Vázquez de Sola, llena de humor y agudeza, puede visitarse dispuesta en tres salas en torno a un hilo conductor: el retrato. Un tipo de trabajo artístico que proporciona la ocasión al ingenio del creador de indagar en los entresijos de las personalidades retratadas.

La primera sala, en la planta baja, está dedicada a los campogibraltareños, vecinos que cuentan historias de la comarca a través de sus propias vidas retratadas con humor y amor. Allí se encuentran retratos de artistas, intelectuales, músicos o escritores de todas las épocas: desde los históricos Luis de Lacy, José Cadalso, Francisco María Tubino o Juan Domingo de Mena hasta el siglo XX con Juan Luis Galiardo, Carlos Castilla del Pino, Paco de Lucía y Carlos Pacheco, entre otros.

La concejal de cultura, Ana Ruiz, junto a varias de las obras. La concejal de cultura, Ana Ruiz, junto a varias de las obras.

La concejal de cultura, Ana Ruiz, junto a varias de las obras. / Vanessa Pérez

La segunda y tercera sala de la colección Vázquez de Sola están dispuestas de forma contigua en la segunda planta y permiten al visitante dar paseo a lo largo de las épocas históricas de la mano de los personajes legendarios que la configuran.

"Existen personajes legendarios en la historia de la humanidad cuyos nombres se han convertido en símbolos, mitos, arquetipos, iconos, alegorías, imágenes metafóricas. La mayoría de las veces, interpretando muy libremente sucesos históricos en los que se supone intervinieron. Los nombres de estos individuos, de estas personalidades, nos facilitan, nos simplifican, la labor de describir o calificar a cualquier hijo de vecino por su comportamiento o su idiosincrasia", defiende el artista.

Una de las salas dedicadas a Vázquez de Sola. Una de las salas dedicadas a Vázquez de Sola.

Una de las salas dedicadas a Vázquez de Sola. / Vanessa Pérez

Así, la segunda y tercera sala supone un recorrido por la historia de la humanidad, desde la antigua Grecia y Roma, pasando por Al-Andalus, el Renacimiento el Siglo de Oro y el Barroco, hasta llegar en la tercera sala a los siglos XIX y XX.

La obra de Vázquez de Sola sobresale por el uso del color y por estar impreganda de sentido del humor. Se trata de una historia contada a través de retratos, un espejo de la sociedad basado en la sátira y la risa. 

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