Los bordados son un enriquecimiento de las hermandades de Semana Santa. Forman parte de su patrimonio, de su historia. Los bordados le dan a las hermandades una seña personal y marcan su estilo. Sayas, túnicas, insignias, palios y mantos se convierten en lienzos a los que da vida el bordado, del que reseñamos una pequeña muestra de este gran patrimonio en La Línea.

La Hermandad de María Santísima de la Esperanza fue la primera que tuvo un taller de bordados en la ciudad y en estos días previos a su salida procesional del Viernes Santo es posible contemplar los bellos bordados que atesora. Entre los estrenos de este año, destaca el bordado de los faldones laterales del paso de palio de María Santísima del Amor y del Rosario en sus misterios dolorosos, realizados en el taller de bordados que dirige Antonia Gil Muñoz, bajo diseño de Antonio Joaquín Dubé de Luque.

El taller de bordados de la Sagrada Flagelación nació en 1999 por iniciativa de un grupo de mujeres que deseaban confeccionar un ajuar para la Estrella, que en aquellos momentos era escaso. Su primer trabajo fue una cotilla para la Virgen, que se estrenó en el año 2000. Y luego se fueron acometiendo trabajos más importantes como sayas, tocas sobremanto, un manto bordado de estrellas para el camarín y la obra más importante, el nuevo manto de salida que se estrenó el pasado año 2023. El taller está capitaneado por Carmen Aguilar. Actualmente se está llevando a cabo la confección de nuevo eEstandarte del Señor, al igual que ya se hizo con el de la Virgen.

El grupo de bordadores de la Hermandad de la Oración de La Línea.

La Hermandad del Silencio también posee un taller de bordados dirigido por Adrián Adrover, vestidor y asesor artístico de la hermandad. Son tres los estrenos para este año: un Sine Labe Concepta totalmente bordado y confeccionado en este taller. Se trata del primer Sine Labe que procesionará en la Semana Santa de La Línea. El segundo estreno será la confección y bordado de un nuevo SPQR que sustituye al antiguo, ya deteriorado. Y el tercer estreno será un mantolín bordado para la imagen de San Juan Evangelista, titular de la hermandad. Este taller también es autor del Gloria del palio de María Santísima de la Concepción que se estrenó el año pasado.

El Viernes Santo pasado, Santa Madre de Dios, Luz y Esperanza Nuestra estrenaba una magnífica saya “torera” en verde botella, enriquecida con los bordados del vestido de torear en plata donado por José María Campoy y confeccionada por los talleres San José de Cádiz.

El grupo de bordadoras de la Flagelación.

El taller de bordados de la Hermandad del Santísimo Cristo del Abandono en la actualidad está trabajando en los respiraderos laterales del palio de Nuestra Señora del Mayor Dolor. Su director es Antonio Fernández Núñez. Entre sus realizaciones destacan las bambalinas laterales y trasera, el respiradero delantero, los faldones y broches del Paso de Cristo, la saya y un pecherín. Son trabajos de aplicación bordadas.

Dentro de los grandes bordados linenses resalta el manto de Nuestra Señora de los Dolores. Fueron 12 años de trabajo para la recuperación y restauración con mucho amor de esta obra de arte.

Un trabajo reconocido

Antonia Gil Muñoz dirige los talleres de bordados de las Hermandades de Oración, Cautivo y Perdón. Sus tres hermanos mayores destacan los principales trabajos acometidos por sus grupos.

"Tenemos un sinfín de motivos para ofrecer nuestro trabajo, por todo esto siempre comentamos que bordar es una oración callada", explica Gil, quien detalla que los grupos suelen estar compuestos por amas de casa que sacan tiempo para dedicar a esta labor.

Antonia Gil.

"La fe nos hace buscar ese tiempo con ganas y alegría. Tengo la suerte de formar parte de tres talleres: Amor y Oración, Perdón y Salud y Trinidad y Medinaceli. Somos tres grupos extraordinarios, la semana pasada tuvimos la alegría de compartir, todas juntas, en los salones de Asansull una merienda con unas torrijas estupendas con las personas que tienen allí su casa. Fue una experiencia estupenda gracias a la dirección del centro y a su personal. Después de merendar, pasamos a dar explicaciones de cómo se elabora la labor, cómo se empiezan los proyectos que llegan a nuestras manos y el cariño que le ponemos", subraya. 

Antonia Gil reconoce que bordar relaja "alegra la mente y ayuda en muchas cosas", por lo que anima a quien quiera participar en esta actividad a dirigirse a cualquier hermandad para formar parte de los talleres de bordado. "Lo que hacemos es colaborar y engrandecer el patrimonio de la Semana Mayor. No digas que no te ofrecemos un mundo distinto, lleno de cariño", concluye.

Los hermanos mayores de Oración, Cautivo y Perdón destacan los principales trabajos acometidos por los grupos de bordado que dirige Antonia Gil.

El hermano mayor de Oración, José Manuel Benítez, señala la túnica del Señor, los faldones del paso de palio y todo el conjunto del techo del palio con las bambalinas de María Santísima del Amor y Rosario en sus misterios dolorosos.

El grupo de bordadoras de la Salud.

Norberto Hurtado Marín, hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad, entre todas las obras realizadas por el taller de Antonia destaca la toca de sobremanto de la Virgen y las bambalinas del paso de palio.

Por último, el hermano mayor del Perdón, Raúl Ruiz, resalta el techo de palio que lucirá María Santísima de la Salud, realizado sobre tejido de malla de oro, enmarcado por una franja de terciopelo, para crear un hermoso juego de luces con hilos de oro y plata y en sedas de diferentes colores.