Operación Fantasma

La Policía Nacional suma doce detenidos por los tiroteos de la Bajadilla y se incauta de un arsenal

Las armas de fuego intervenidas a las dos bandas rivales de La Bajadilla.

Las armas de fuego intervenidas a las dos bandas rivales de La Bajadilla. / Erasmo Fenoy

En la Comisaría de Algeciras, un arsenal descansa sobre una mesa. Hay pistolas, un rifle con mira telescópica y silenciador, una escopeta del 12, mucha munición y cuchillos, navajas y catanas. También armas de fuego simuladas. Se trata del armamento intervenido por la Policía Nacional a las dos bandas rivales que, enfrentadas por el control del tráfico de drogas en La Bajadilla, se liaron a tiros en la calle Teruel entre el viernes 29 y el sábado 30 de septiembre.

Este martes, los agentes detuvieron en la barriada a ocho miembros del grupo criminal liderado por los hermanos El Hammouti, según explica la inspectora María Rodríguez, encargada del caso. Antes habían realizado ya cuatro detenciones del otro grupo criminales al que se habían enfrentado. Los 12 han pasado a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción Número 3 en Funciones de Guardia. El juez instructor ha ordenado la prisión preventiva para todos ellos. 

Los incidentes se desencadenaron el día 29. El CIMACC-091 recibió una llamada a las 22:45 para informar que se estaba produciendo una reyerta en la calle Teruel. Se habían oído los primeros disparos. Hasta el lugar se desplazaron varios indicativos de la Brigada de Seguridad Ciudadana, que localizaron a una mujer que presentaba una herida en la mano izquierda ocasionada por los disparos. En las inmediaciones encontraron vainas de munición.

Ante la gravedad de la situación, tras recoger el testimonio de la víctima y de algunos testigos presenciales, los agentes acordonaron la zona y establecieron un perímetro de seguridad en torno al edificio en el que se habían atrincherado los presuntos implicados en los disparos. El cordón policial se amplió hasta las azoteas colindantes para evitar la fuga de los sospechosos y la Policía Nacional activó el correspondiente Protocolo de Delitos Violentos. En el lugar se personaron agentes de la Brigada de Policía Científica y de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada de Policía Judicial, así como el negociador especializado en incidentes críticos. Mientras este establecía contacto con los atrincherados, los agentes investigaban para identificarlos.  Durante el operativo se mantuvo un perímetro de seguridad para garantizar la integridad de los agentes "ante la extrema gravedad y peligrosidad de las circunstancias".

Los intentos de negociación duraron varias horas, hasta que se localizó en la azotea del domicilio de los atrincherados a uno de los implicados, que fue detenido. Se encontraron dos armas de fuego ocultas bajo un colchón, una pistola calibre 9 mm y un rifle del calibre 22 con mira telescópica y silenciador, así como distinta munición. Los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción entraron en la vivienda, adoptando las pertinentes medidas de seguridad, y lograron detener a otros tres varones implicados en los hechos.

En el registro del domicilio, los investigadores de la UDEV, con la autorización por parte del titular del Juzgado de Instrucción nº 3 en funciones de guardia, localizaron una tercera arma de fuego, una escopeta modificada del calibre 12 junto a numerosa munición, así como diversas armas blancas de distinta longitud.

Al día siguiente, el sábado 30 de septiembre, se recibió el otro aviso en el CIMACC 091 sobre un nuevo tiroteo en la barriada de la Bajadilla. Hasta el lugar llegaron varios indicativos de la Brigada de Seguridad Ciudadana para asegurar la zona y realizar las primeras gestiones. La UDEV se hizo cargo de la investigación. Había una víctima de los disparos que no había sido alcanzada por ningunas de las detonaciones.

Los resultados de la investigación llevada a cabo por este grupo coincidieron en que se trataba de un conflicto derivado de la enemistad entre ambas bandas armadas. De hecho, este nuevo tiroteo se atribuye a un intento de represalia o venganza por las detenciones del pasado 29 de septiembre de miembros del grupo criminal contrario.

A raíz de esto se solicitó por la UDEV autorización para las entradas y registros de diversos domicilios relacionados con el grupo criminal implicado en los actos violentos. Fue entonces cuando se procedió a la detención de ocho individuos relacionados con el grupo criminal liderado por los hermanos El Hammouti, incluido uno de ellos, y la intervención de tres armas de fuego largas, un corta, tres armas de guerras simuladas, además de multitud de armas blancas prohibidas.

En la actualidad la investigación sobre los hechos continúa abierta. No se descartan más detenciones.

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