Los futbolistas de la Real Balompédica Linense Sergi Monteverde y Diego Jiménez han roto una lanza públicamente por su compañero Javi Pérez, el centro de todas las críticas de la afición albinegra a lo largo de la temporada. Un sector de la hinchada silbó al mediocampista conileño el pasado domingo durante el encuentro de la trigésimo tercera jornada del grupo IV de la Segunda Federación que enfrentó a los de Antonio Fernández Rivadulla con el Cartagena B (2-0), el que casi con total seguridad será el de su despedida de los seguidores, con independencia de lo que pueda decir su contrato. Desde la caseta le llegan mensajes de apoyo.

No está siendo una temporada fácil para Javi Pérez. El centrocampista, que llegó en verano procedente del Villanovense extremeño, es de manera repetida el centro de todas las críticas por parte de un buen sector de la afición, que le responsabiliza en gran medida de la decepcionante temporada de la Balona.

Las acusaciones de jugar en exceso el balón hacia atrás y de ralentizar el ataque del conjunto albinegro se han sucedido y han ido in crescendo, especialmente en aquellos encuentros en los que los de La Línea han tropezado ante rivales considerados de menor envergadura.

La tensión que se ha ido generando dio lugar incluso que en un encuentro se viese a Javi Pérez solicitar el cambio sin sufrir, al menos en apariencia, ningún problema físico. No fue relevado y acabó el juego con normalidad. Todo el mundo interpretó que se sentía incómodo con el trato de que estaba siendo objeto. También ha sido señalado a través de las redes sociales por haberse encarado con un hincha cuando se retiraba hacia vestuarios al final de una contienda.

Esa manifiesta animadversión se contradice con la confianza inquebrantable con la que ha contado por parte de los dos entrenadores que han dirigido a la plantilla en la presente campaña: Baldomero Hermoso Mere (que le había tenido como discípulo en el Cádiz B y que fue el gran valedor de su incorporación) y Antonio Fernández Rivadulla. El domingo se cumplía la jornada 33. Pues bien, antes de comenzar el duelo con el filial del Cartagena Javi Pérez había jugado 31 partidos (todos ellos como titular) y solo había sido relevado en seis ocasiones.

De hecho, al día de hoy es el tercer integrante de la plantilla con más minutos disputados (2.714), solo por detrás del cancerbero Facu Ackerman (2.743) y del defensa central Diego Jiménez (2.782) y el rendimiento de estos dos últimos no ha sido nunca puesto en tela de juicio.

Una sanción por acumulación de amonestaciones le impidió jugar en la jornada trigésimo segunda en Orihuela, en el que la Balona logró el triunfo que le garantizaba la permanencia. El míster determinó premiar a los que lograron tan significado triunfo y repitió once. Era la primera vez Javi Pérez que comenzaba un partido en el banquillo en todo el curso.

Poco antes del segundo gol de los de casa, el mediocampista saltó al terreno de juego como relevo de Pitu y cuando se disponía a entrar al rectángulo de juego se oyeron los primeros silbidos. No mayoritarios, pero sí perfectamente audibles. Esos pitos se repitieron después cuando el mediocampista condujo el balón, pero acabaron por desaparecer, porque también es cierto que otro grupo de hinchas solicitaba a los críticos que se silenciaran.

A casi nadie le quedan dudas de que el del Cartagena B será el último partido de Javi Pérez en La Línea como jugador de la Balona. Y en ese contexto Sergi Monteverde, que ya coincidió con él durante su etapa en las categorías inferiores del Cádiz, escribe en sus redes sociales: “Compañero, amigo y hermano. Trabajador y humilde. Cuatro años dan para mucho. Y es que dicen que los amigos son la familia que se escoge. Siempre estaré contigo y en tu barco”.

Diego Jiménez, que en numerosas ocasiones ha portado el brazalete de capitán, dice en las suyas: “Compañero, profesional y jugador top. Siempre en mi equipo. Javi Pérez te camelo”.