La ciudad gigante no es más que un gigante excremento acumulado de miseria y parque temático.

No es una forma de Gobierno esclerótica, sino una aspiración permanente de profundización y revisión de las libertades.

Me soliviantaría que las grandes empresas se reúnan para maquinar cómo llevarse el dinero público.

Si pudiera tener una democracia, movería hilos y procuraría que la economía produjera beneficios, para mí.

Este es nuestro mundo, en el que para regocijo de la democracia no fue necesario votar a los fascistas.

Juanma, si pactas con ellos será igual, no lo olvides... harás como que no, pero sigue habiendo libertad de cátedra.

La derecha española está abriendo la puerta al radicalismo neocón triunfante.

En Andalucía hay elecciones y uno sólo ve propuestas que son florilegios de gilipolleces.

Oigo a ese vicepresidente de Castilla y León, hablando como recién salido de un confesionario con Maciel.

Controlar al profesorado es un ataque frontal contra la Democracia y sus bases.