CULTURA

Memoria de Algeciras, vecinos que defienden el patrimonio y la vida local a través de fotos antiguas

Alberto Herrera, Javier Castro, Javier Gutiérrez y Moisés Guerrero, miembros del Grupo Memoria de Algeciras.

Alberto Herrera, Javier Castro, Javier Gutiérrez y Moisés Guerrero, miembros del Grupo Memoria de Algeciras. / Jorge del Águila

Un grupo de algecireños mantiene vivo el recuerdo de familias, personajes, edificios, calles y celebraciones de la ciudad con fotos que estaban guardadas en colecciones particulares hasta que su pasión las sacó a la luz pública. Es Memoria de Algeciras y acumula diez años de exposiciones con muy distinta temática. Lo van a celebrar con una nueva muestra y una serie de conferencias en el Centro Documental José Luis Cano a partir del próximo 23 de noviembre.

La red social Facebook fue el punto de encuentro, cuando todavía no eran usadas otras redes sociales, en un grupo denominado Historia de Algeciras en imágenes. A partir de compartir fotos, documentos y comentarios, muchos comentarios que arrojaron mucha información, Javier Gutiérrez, Javier Castro, Juan Luis Silva, Concha Campos, Rafael Valls, Alberto Herrera y el profesor José Juan Yborra impulsan Memoria de Algeciras, que se ha consolidado como asociación con la incorporación de nuevos miembros como José Torres, Moisés Guerrero, Silvia Alonso, Ana Rosa Meana, José Carlos Posada, Marina Merino, entre otros. Ya cuentan con un fondo de más de 300.000 fotografías y con documentos y publicaciones sin cuantificar.

“Me enganchó, por un lado, las fotos antiguas y su gran relación con el patrimonio histórico de Algeciras. A mí eso me engancha mucho, y luego Javi Gutiérrez que me echó el lazo”, afirma Moisés Guerrero, que se incorporó al grupo hace cuatro años.

Una vista de Algeciras. Una vista de Algeciras.

Una vista de Algeciras. / Memoria de Algeciras

En la tarea de recopilación, tratamiento y exposición de las fotografías, que Memoria de Algeciras realiza sin ánimo de lucro, se combinan amor y nostalgia. “Cuando empezamos en Facebook a poner fotos antiguas fue una pasada. Habíamos escuchado a nuestra madre hablar del puerto, de la calle Torrecilla, y lo empezamos a ver en fotos. Aquella Algeciras era un pueblo, sí, pero un pueblo precioso”, sentencia Javier Gutiérrez.

“Es por la nostalgia y la recuperación del patrimonio de la ciudad por lo que estoy aquí”, afirma Alberto Herrera. “Hay cosas positivas y otras negativas en la recuperación, pero lo que estamos haciendo merece la pena”, añade.

Javier Castro ya compraba postales en la plaza de abastos cuando tenía quince años. “Cada vez que cogía un poquito de dinero compraba alguna postal y fui coleccionando. Luego tuve la suerte con todas las fotografías de mi familia, que la habían tirado a la basura cuando falleció mi tía. Salí del velatorio y me encontré con todas las fotos en los cubos, las recogí y me las llevé a casa. Cuando se creó el grupo ahí fue ya cuando empecé a compartirlas”, explica.

La primera Plaza Alta. La primera Plaza Alta.

La primera Plaza Alta. / Memoria de Algeciras

Exposiciones

La primera exposición de Memoria se tituló Una pequeña historia de Algeciras en imágenes. Se abrió en noviembre de 2013 en los contenedores rojos de AlCultura, en la dársena del Saladillo, con la colaboración de la Unión Fotográfica y Cinematográfica de Algeciras, entonces presidida por el inolvidable y apasionado Alberto Galán. Sacaron las fotos en papel fotográfico. Luego la pegaban sobre cartulina y remataban la composición con títulos y textos cortos escritos en Word, en tiras recortadas, que luego pegaban. Los marcos los cedía la UFCA.

“Aquellos marcos había que abrirlos con un destornillador chiquitito, se partían los cristales…”, recuerda Javier Gutiérrez.

Han expuesto sus colecciones, además de en la sede de AlCultura, en el hotel Reina Cristina, en el Centro Documental José Luis Cano, en el Círculo Mercantil de La Línea y en otros establecimientos que se lo han pedido, grandes y más pequeños. Una de las más recientes ha sido en el hospital universitario Punta Europa, de la que se sienten orgullosos por un carnet que les señala como “donantes de arte”.

Han organizado catorce exposiciones que han dedicado a la Feria Real algecireña, a las mujeres, a la relación del hotel Reina Cristina con Algeciras, a fotógrafos como Miguel Ángel del Águila, Foti, o personajes como el pintor alemán Helmut Siesser, que se afincó en Algeciras, una ciudad que hizo suya. La muestra dedicada al fotógrafo linense José García Sánchez, Garcisánchez, les dio muchas satisfacciones en sus dos partes, la que se montó en Algeciras y la segunda, que se mostró en La Línea, con la colaboración del Ateneo de la Bahía.

El tratamiento del archivo cedido por la familia de Francisco Martínez Fernández, Pakofer, es uno de los mayores trabajos que han hecho hasta ahora. Han podido digitalizar más de 133.000 fotografías, que han entregado de vuelta a la familia y también han cedido a la Fototeca Municipal mediante un convenio que permitirá otros resultados en el futuro.

La ballenera de Getares. La ballenera de Getares.

La ballenera de Getares. / Memoria de Algeciras

Cine, documentos y anécdotas

El fondo fotográfico es el principal, pero no el único. Rindieron homenaje a Carlos Guerrero, comerciante y cineasta algecireño. Han digitalizado sus películas de Súper 8, rodadas en la ciudad entre los años 60 y 70 del siglo XX. “Hemos publicado algo y tenemos cosas inéditas guardadas”, apunta Javier Castro. También han rescatado una pieza documental alemana que recoge las consecuencias del bombardeo del acorazado republicano Jaime I sobre Algeciras, en el mes de agosto del año 1936.

Lo mejor es la experiencia del público, cuando se ve en las fotografías o lleva a sus familiares mayores a reconocerse. Le ocurrió a un hombre que reconoció a su abuelo en uno de ellas. Una mujer se emocionó también ante las imágenes de las consecuencias en edificios del bombardeo del Jaime I.

Javier Gutiérrez recuerda cuando un grupo de amigas se vio en una de las fotos, que la madre de Alberto Herrera había cedido para la exposición. Las señoras se llegaron a enfadar porque no se explicaban cómo había caído en manos de “extraños” esas imágenes. Javier tuvo que llamar por teléfono a Alberto para que este diera fe de la propiedad de la instantánea.

La peña Miguelín en casa de los Valdés. La peña Miguelín en casa de los Valdés.

La peña Miguelín en casa de los Valdés. / Memoria de Algeciras

Otras organizaciones, con posterioridad, se han sumado a esta tarea de recoger fotografías antiguas. La tarea está permitiendo mantener testimonio gráfico de parajes, acontecimientos, personas que nutren la historia popular o familiar de Algeciras.

Cuentan también con documentos, sin enumerar, entre los que se incluyen programas de Feria, o entradas de festejos taurinos en la antigua plaza de La Perseverancia. “Eso es más difícil de mantener porque no tenemos medios para guardar. Menos mal que estamos trabajando con el Archivo Municipal”, apunta Javier Gutiérrez.

El grupo alrededor de una foto, ya digitalizada, sobre pescadores de Algeciras. El grupo alrededor de una foto, ya digitalizada, sobre pescadores de Algeciras.

El grupo alrededor de una foto, ya digitalizada, sobre pescadores de Algeciras. / Jorge del Águila

En busca de una sede propia

Aspiran a contar con una sede propia en la que puedan reunirse y mantener una exposición permanente. Javier Castro subraya las idas y venidas: “Hemos cambiado mucho de sitio. Lo peor fue la marcha de AlCultura porque allí estábamos muy cómodos. Lo recordamos como un éxodo. Teníamos un box para nosotros, que arreglamos por completo”. Ahora mantienen un pequeño espacio cedido por el Ateneo Republicano, en la antigua sede del Servicio Municipal de Aguas. La recuperación de una web es otro de los deseos de Memoria de Algeciras.

Tendidos de la Perseverancia. Tendidos de la Perseverancia.

Tendidos de la Perseverancia. / Memoria de Algeciras

La piratería les ha ido convirtiendo en especialistas a la hora de poner marcas de agua en los originales para proteger la propiedad. A veces han llegado a poner marcas de agua escondidas para poder evidenciar la procedencia en caso de discusión.

“Nosotros queremos que no se pierdan más cosas. Estamos peleando por eso, que cuesta mucho trabajo. Como hemos dicho siempre, si nosotros estamos peleando y lo único que vendemos es confianza y seriedad, si después viene cualquiera, te fusila las fotos y las vende pues te hace mucho daño. La gente se retrae a enseñarte y cederte sus imágenes”, explica Javier Gutiérrez.

“Empezamos como Historia de Algeciras y pasamos a llamarnos Grupo Memoria de Algeciras precisamente porque queríamos eso, conservar la memoria de nuestros mayores a través de las fotografías y otros documentos”, concluye Gutiérrez.

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