¡Viva el balompié!

Somos tontainas para el poder y para el contrapoder, la mentira es mentira, no herramienta de certezas

Me importa una higa el fútbol, la verdad, pero algunas noticias recientes me hacen pensar. Y pienso en esos aficionados de un equipo que siempre han visto fantasmas en el otro y, de repente, se le aparecen todos los del suyo. Porque, entre nosotros, dar siete millones de pavos a alguien altamente vinculado con los árbitros no huele a ámbar.

¿Imaginan que hubiera que revisar todos los partidos y por tanto los títulos y la historia de la Liga, Copa, etc.? ¿Se modificarían? ¿Sería pacífico? Y peor: ¿son los únicos que han hecho eso? La Historia no se cambia cuando se ha consolidado como verdad, aunque sea una patraña sin más como ésta.

Mentira es lo del 27, creado en un departamento universitario en los 50; mentira el 98 de la Falange; mentira casi todo lo que sabemos sobre el "descubrimiento" de Cipango, digo América; mentira lo de la Independencia contra los franceses; mentira lo de la Tercera España o lo de los dos bandos fatricidas, artefactos para difuminar el pasado nazi de nuestro país (sin menoscabo de la existencia de otras milicias criminales); mentira es lo de Lorca y su popularismo, promovido por el franquismo y fagocitado por los demócratas de izquierdas; mentira lo del misticismo de JRJ para elevarlo a los altares de la pureza y su ninguneo sistemático en el canon... mentira lo del nacionalismo musical de Albéniz... mentira...

Defendemos con ahínco posiciones que no resisten una mirada crítica, y no rechacemos estas generalizaciones estúpidas porque en el fondo sirven para organizar las ideas. Somos así. Pero también podemos escrutar y estudiar y cambiar el pensamiento. Porque si la mentira es el adobo de la política y el poder: comisionismo, nepotismo y simonía, utopismos infantiles, egoísmo lacerante vestido de liberalismo, violencia sexual travestida en militar, basura hipostasiada en triunfo pisando las cabezas de niños hambrientos... Digo que si la mentira explica más del poder que los ideales, sea realista: la conspiración y la búsqueda de culpables es igualmente otra trola, somos tontainas para el poder y para el contrapoder, la mentira es mentira, no herramienta de certezas.

Usted, fan del clan en solfa, calla avergonzado por la ignonimia; usted, mocita de Chamartín, calla porque sabe que es lo más prudente. Y nosotros agradecemos al balompié la oportunidad para analizar cómo funciona lo humano y relativizar esos radicalismos que sólo prueban lo idiotas (en griego) que podemos llegar a ser.

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