El mal tiempo y la amenaza de lluvia provocaron que la jornada del pasado miércoles en Jerez de la Frontera, previa al festivo de este jueves Día de la Inmaculada, no tuviera el seguimiento esperado en lo que a las zambombas se refiere.

Con mucha menos gente que en los últimos días, algunas de las citas programadas se fueron cayendo debido al pronóstico de agua, de ahí que algunos de los puntos de la ciudad donde se esperaba una especial confluencia quedaron casi vacíos.

Sólo la zambomba de la Cruz Vieja, donde el incombustible Quiqui mantuvo la llama del villancico viva durante toda la tarde, y la que Juan Antonio Morilla organiza en la Plaza Plateros, animaron una tarde descafeinada en lo que a zambombas se refiere.

En pleno corazón del barrio de San Miguel, el ambiente que se respiró fue bueno, con villancicos de toda la vida y otros algo más 'festeros' que muchos aprovechan para mover el esqueleto o danzar al ritmo de la pandereta. La misma historia se repitió en Plateros, donde Casa Gabriela se ha convertido en el lugar idóneo para seguir el rastro de una zambomba de corte clásico, ya que en otros muchos puntos de la ciudad, las actuaciones (con escenarios incluidos) atentan claramente contra la denominación BIC.

También se animó conforme avanzó la tarde la organizada por la Hermandad del Consuelo en la Plaza del Banco, en la que la lluvia, como en todas, deslució el ambiente.

Para este jueves 8 se esperan, si el agua lo permite, otras tantas citas más, dos de ellas con el mismo escenario, Cruz Vieja y Plaza del Banco