El veraneo en algunos municipios de Andalucía se ha convertido en un lujo inalcanzable para muchas familias. Teniendo como dato orientativo que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024 se sitúa en 1.134 euros al mes, para pagar una quincena de vacaciones en Tarifa durante los meses de julio o agosto se necesitan dos o tres de esos sueldos. Lo que coloquialmente se llama un riñón y parte del otro. 

La mayoría de ofertas publicadas en los principales portales de alojamientos vacacionales, como Booking o Airbnb, son un dispendio. Como ejemplo, un pequeño apartamento de 40-50 metros cuadrados con lo básico, es decir, un dormitorio, una sala de estar y un baño, cuesta de media 2.000 euros del 1 al 14 de julio. Y sin vistas a la playa. Si se busca uno de dos dormitorios (algo habitual para una pareja con hijos), el precio llega o supera los 2.500 euros. 

Puede ser peor. Un apartamento del mismo tamaño, pero situado frente al mar, para dos adultos y dos niños cuesta la friolera de entre 3.000 y 3.500 euros para la citada fecha (13 noches). ¿Merece la pena pagar esa cantidad para desayunar contemplando Los Lances o Valdevaqueros?

Incluso los campings están por las nubes: dos tiendas de campaña salen por 2.000 euros la señalada quincena. 

El mayor "derroche" en el municipio consiste en un estudio de 30 metros cuadrados con una cama, un baño, un balcón con piscina y, eso sí, maravillosas vistas al Estrecho que cuesta 580 euros cada noche, es decir, 7.620 euros para las dos primeras semanas de julio. 

Viviendas en Tarifa, con el Estrecho de Gibraltar de fondo.

Las tarifas para agosto son aún más prohibitivas para muchas familias, cuya capacidad adquisitiva se encuentra muy mermada por la inflación. A cambio, cada verano más influencers visitan Tarifa, ese destino que se ha vuelto prácticamente inalcanzable para el común de los mortales, pero no para sagas como las de Tomás Páramo, María Fernández-Rubíes o Lucía Bárcenas, quienes cada verano exhiben imágenes de sus perfectos cuerpos bajo el sol más meridional de Europa.

Tarifa se encuentra en el puesto 21 entre las 50 poblaciones españolas más saturadas por la llegada de visitantes, según los datos del portal Holidu, que ha cruzado las cifras oficiales de población y forasteros. Con una población oficial de 18.466 habitantes, recibe al año 117.834 visitantes, por lo que el número de turistas por cada tarifeño en el conjunto de un año es de 6,38.

Alquileres más caros que en 2023

A pesar de los precios disparatados, el 71% de los propietarios de viviendas turísticas en España auguran que recibirán más reservas que en 2023, mientras que el 24% espera cifras similares a las de la temporada anterior, según datos recopilados por la plataforma Holidu.

Este optimismo llevado a la economía implica que el 41% de los propietarios anunciados en esta plataforma ha aumentado sus tarifas para este 2024. De este grupo, el 29% ha optado por un incremento del 1 al 5% en sus alquileres.

La proliferación de alquileres turísticos, de temporada o de habitaciones para burlar la Ley de Vivienda, muchos fraudulentos, ha provocado que la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, sea partidaria de limitar estos alojamientos en zonas tensionadas respetando las competencias autonómicas y, por ello, quiere reunirse con las Comunidades Autónomas junto al ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para abordar esta cuestión.

Aunque reconoce que el auge del alquiler vacacional y de temporada están reduciendo la oferta de uso residencial en las áreas turísticas como Tarifa, el Banco de España pide que no se apliquen limitaciones sin tener en cuenta sus efectos sobre la actividad económica. 

Desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, en mayo del pasado año, la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) calcula que alquiler de temporada y el alquiler de habitaciones podía haberle restado al tradicional más de un 25% de su oferta.

Los hoteleros también piden una ley estatal que controle el crecimiento desbocado de los pisos turísticos.

Una vista del casco histórico de Tarifa.

Sevilla quiere ser la primera ciudad andaluza que limite las viviendas de uso turístico gracias al decreto de la Junta que regula los apartamentos turísticos y da potestad a los ayuntamientos para su limitación. Pese a ello, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, cree que Andalucía está lejos de un problema de sobresaturación turística.