Gastronomía

El Asador de Pollos San García cumple 25 años sirviendo pollos y comida casera

Pilar junto a su padre

Pilar junto a su padre / Erasmo Fenoy

Hace veinticinco años que Pilar Coca llegó a Algeciras. Tenía veintiún años y decidió mudarse desde Jerez, ya que sus padres vivían en la ciudad del Campo de Gibraltar. Su padre ostentaba un taller de mecánica, y al enterarse de que uno de sus clientes traspasaba una pollería lo vio claro: esa pollería se convertiría en el negocio de su hija.

Según nos comenta Pilar, a ella "le daba igual una cosa que otra, yo lo que quería era trabajar", y consiguió hacer realidad su deseo, ya que lleva un cuarto de siglo al frente de este negocio sin parar de trabajar. Cuando le preguntamos si tenía experiencia previa en este tipo de actividad, Pilar nos confiesa que: "Nada, en absoluto. Yo tenía miedo, muchísimo. Yo conocía este negocio de ir a comprar, pero de trabajarlo no, ni si se me hubiera pasado por la cabeza pensar que iba a trabajar en un negocio de estos."

Los comienzos no fueron fáciles, ya que que la comida es una cosa muy delicada y además, la pollería, antes de ser traspasada, no estaba en su mejor momento. "Cogí un negocio que no tenía ni idea de cómo llevarlo y encima tuve que levantarlo, eso es doble trabajo. Pero los clientes nos ayudaron muchísimo en todo, fue todo muy rodado. Yo todavía no me creo que lleve aquí veinticinco años, pero aquí estoy."

Pilar con su padre en la vitrina de la pollería Pilar con su padre en la vitrina de la pollería

Pilar con su padre en la vitrina de la pollería / Erasmo Fenoy

Cuando le preguntamos que con qué experiencia se queda de estos veinticinco años de trabajo, Pilar tiene claro qué es lo más importante: "Voy ya por la tercera generación de clientes. Empecé con los abuelos y ahora voy ya por los nietos. Es una experiencia muy bonita ver ahora al abuelo con el nieto venir, que el nieto ya es el que paga. El nieto le dice abuelo, pago yo, que ya me toca a mí. Esa experiencia es muy bonita, ver a los niños crecer, nacer... Al final te conviertes en una familia, porque vives tantas cosas... Y el negocio te marca todo, porque es una aventura diaria. Tú no sabes quién va a entrar a comprar, qué se van a llevar, qué vas a vender, qué cantidad."

Pilar en la Pollería San García Pilar en la Pollería San García

Pilar en la Pollería San García / Erasmo Fenoy

Además de pollos, en este establecimiento se prepara a diario ensaladilla, ensalada, patatas, y también cuentan con caracoles y cabrillas en primavera. A la pregunta de qué le pide a los próximos veinticinco años, Pilar nos contesta que lo que quiere es quedarse igual. "Quedarme como estoy, no pido más. Que siga viendo mi gente. Ya faltan muchos, porque en veinticinco años se pierden clientes y amigos que considero como mi familia, y los echo mucho de menos, pero eso, quedarme como estoy y que me falte muy poquita gente y que sigamos viéndonos todos los días, por lo menos que nos veamos en la puerta, que nos saludemos Hola, ¿cómo estás? Los niños, la abuela, el abuelo. Eso para mí es muy importante, que mis clientes estén bien y yo los pueda ver."

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