Para conocer la historia de España hay que hacer parada en el Valle de La Sauceda, un espacio geográfico constituido entre los términos municipales de Cortes de la Frontera, Jerez, Jimena y Ubrique, que fue protagonista en la Segunda República, pues fue el último lugar de resistencia republicana ante el avance de las tropas sublevadas.

En esta zona se hallan los restos del antiguo poblado de La Sauceda y el cortijo de El Marrufo. Además, "se desarrollaron 'acontecimientos singulares' en el contexto de la represión ejercida contra los defensores de la Segunda República", según explican desde la Junta de Andalucía.

En el territorio se desarrollaron operaciones militares el 26 de septiembre de 1936, cuando las tropas sublevadas ocuparon Cortes de la Frontera, el 27 de septiembre del mismo año a las 16:25, cuando cuatro aviones republicanos lanzaron 16 bombas sobre la villa, y el 2 de noviembre, también de 1936, cuando las tropas sublevadas hicieron una “operación de limpieza” en La Sauceda de Cortes.

El Valle de La Sauceda se convirtió así en el último lugar republicano de la provincia de Cádiz. Tras las primeras horas del ataque aéreo murieron 50 personas, aunque el resto de vecinos que fueron identificados como afines a la Segunda República fueron asesinados por las fuerzas rebeldes en la zona de La Sauceda y El Marrufo durante los meses posteriores.

En 2012, El Cortijo de El Marrufo fue declarado Lugar de Memoria y se realizaron los primeros trabajos de carácter arqueológico. Como resultado, se hallaron los restos de 28 personas víctimas de la represión en el entorno del cortijo.

En la actualidad, el conjunto del Valle de La Sauceda está declarado como Lugar de Memoria al considerarse un escenario de la resistencia republicana y ante la evidencia de otras posibles fosas en el entorno. La reconstrucción del antiguo cementerio de La Sauceda fue el último paso para rendir homenaje a las personas que murieron en El Marrufo y que allí se encuentran sepultadas, llamándolo el Panteón de la Dignidad.