CULTURA

Óscar Hidalgo expone su reflexión pictórica sobre la evolución en la finca algecireña El Coleta

El artista Óscar Hidalgo explica los entresijos de su tercera exposición con Nando Argüelles Art Project.

El artista Óscar Hidalgo explica los entresijos de su tercera exposición con Nando Argüelles Art Project. / Erasmo Fenoy

Óscar Hidalgo muestra sus obras pictóricas, de nuevo, en la finca El Coleta. Su exposición, titulada Primitivo, es el resultado de una reflexión sobre la evolución del ser humano desde la caverna, sobre su huella en la Tierra, sus consecuencias, y sobre su convivencia con la tecnología, cada vez más dominante. Cuelga cincuenta cuadros en los que dominan los óleos, junto a acrílicos y algunas acuarelas.

Es la tercera vez que Hidalgo expone en el singular espacio expositivo que mantiene Nando Argüelles. La sala es el amplio salón de una casa rodeada de un espacioso jardín, ubicada en la avenida de América, en las proximidades de Botafuegos. Distintas naturalezas conviven en este lugar, al que Óscar Hidalgo llegó en 2021 por primera vez con Inherente, una muestra de su ser, “el resultado de mirar en mí, qué y cómo represento, qué quiero expresar. Fue como un variado sobre mí”, dice. Un año después, en 2022, exhibió Etnatum, una reflexión sobre el cambio, el climático, el personal, “en el que nada se queda estático”.

Ahora, justo un año después, define la nueva exposición, Primitivo, como una vuelta al principio, a pensar cómo eran las primeras representaciones en las cavernas. “También quería aprovechar el comienzo de nuestra especie, el ser humano y, al mismo tiempo, no quería quedarme ahí, sino que paso a reflexionar sobre el cambio mayor, del origen a donde estamos ahora mismo, al cambio tecnológico, a chat GPT, a los teléfonos móviles, a este mundo que va a tanta velocidad, al que hay gente que no llega a engancharse, como la gente mayor. Llega un momento que hay que pararse a analizar eso”, confiesa el artista.

Tras las exposiciones ‘Inherente’ y ‘Etnatum’, Óscar Hidalgo presenta ‘Primitivo’. Tras las exposiciones ‘Inherente’ y ‘Etnatum’, Óscar Hidalgo presenta ‘Primitivo’.

Tras las exposiciones ‘Inherente’ y ‘Etnatum’, Óscar Hidalgo presenta ‘Primitivo’. / Erasmo Fenoy

Las tres exposiciones no deben entenderse como una secuencia: “No tiene por qué. Si es verdad que la distancia entre ellas son justo un año entre cada una, y que el espacio es el mismo, que siento como mi casa, y que dispongo de un sitio en el que puedo mostrar a la gente qué he hecho y por qué”.

El propio Óscar Hidalgo, junto al marchante Nando Argüelles, nos detalla el significado de cada una de sus obras expuestas, en una visita guiada a la que se ofrece en horarios concertados para quien lo desee. Facilita una aproximación cercana a su obra. “Empieza por la parte que es más primitiva. Aquí vas a ver obras que representan conceptos primitivos, obras que mezclan a las dos realidades, y obra que van más allá de dónde estamos ahora”, comparte.

Así confronta al hombre primitivo provisto de su lanza, un cazador, con las nuevas tecnologías, con realidad virtual para seguidamente mostrar el fuego, lo primero que creó el hombre y que ha ido transmitiendo su sensación de encanto, de atracción, que a veces puede ser algo mágico y algo destructivo. Luego muestra al chaman, y el caldo de cultivo por el que comienza todo organismo vivo, “cuando las células empiezan a unirse, y de lo reptiles pasamos a los peces hasta que llegamos nosotros, que nos creemos que somos dueños del mundo, y solo somos parte de él”, manifiesta Hidalgo.

En Primitivo el tratamiento de la luz está muy concentrado, muy dominado por la oscuridad. “Una pintura sin luz está muerta. Siempre le da valor, le da vida a una obra, pero en este caso he querido hacer más contraste entre luz y oscuridad porque partimos de la caverna”, explica. Juega mucho con las sombras, con representaciones más circulares, que recuerden más a esa caverna, frente a las pantallas que representan la tecnología.

Hidalgo presenta la oscuridad como uno de los miedos más ancestrales que existen: “Hice hace cuatro años una serie oscura con caras como monstruos, personajes muy raros, y me lo pasé muy bien, haciendo algo muy distinto a lo que hago habitualmente. Tenía su encanto. Entonces decidí hacer este año una serie New Dark (nueva oscuridad)”. Con esta motivación se exponen seis obras en las que el negro comparte espacio y rivaliza con otro único color. Con estos principios reflexiona sobre el hombre sin rumbo, sobre el soldado que va hacia lo desconocido, sobre las atrocidades del mundo actual y sobre quienes las cometen, la inseguridad del hombre tembloroso, el salto al vacío y el descenso a los infiernos.

El pesimismo y el optimismo rivalizan en la exposición. “Para mí es como decirte esto es lo malo, intenta no llegar ahí. Valora lo que tienes, tu seguridad, tu afirmación, enfréntate a las cosas. He intentado hacer algo bonito, que no fuera desagradable, pero que nos hagan pensar”, explica el artista.

Algunas de las 50 obras de Óscar Hidalgo que pueden verse en la finca El Coleta. Algunas de las 50 obras de Óscar Hidalgo que pueden verse en la finca El Coleta.

Algunas de las 50 obras de Óscar Hidalgo que pueden verse en la finca El Coleta. / Erasmo Fenoy

Muestra sus obras desde el año 2000. Su proceso creativo parte de la elección de un tema sobre el que trabaja. Algunas obras surgen sobre la marcha, pero en general parte de cero. “No hago bocetos, sino que me dejo llevar. Empiezo sobre un fondo de color y las ideas van surgiendo. Hay obras que son más fluidas en el proceso, pero en otras no veo dónde llegar y tengo que cambiar elementos, color, añadir formas”, relata.

Óscar Hidalgo ofrece guiños en algunas de sus obras, como el que hace a Jaime Velasco, artista afincado en La Línea, en Tanque de medusas, una apelación a la importancia del agua en la vida del ser humano; o el que rinde al artista polaco Beksinski, el pintor de los infiernos.

La visión de las obras recogidas en Primitivo también tienen una melodía, propia como en el caso de Rooster, una canción de Alice In Chains, o sin estar dedicada a una pintura en concreto. En la amplia sala suenan discos de vinilo, de la colección del propio artista, amante de la música de Prodigy, Pink Floyd, grupos de rock andaluz, León Benavente. Incluso una de las creaciones pictóricas es una defensa de la música. “Que no se apague. El reguetón se lo está comiendo todo y la música es mucho más. Hay variedad, artistas... No quiero que se apague nada”, resume el pintor.

La exposición, titulada 'Primitivo', puede verse hasta el 24 de noviembre. La exposición, titulada 'Primitivo', puede verse hasta el 24 de noviembre.

La exposición, titulada 'Primitivo', puede verse hasta el 24 de noviembre. / Erasmo Fenoy

También hay espacio para Dios, pintado en un triángulo, en la representación clásica, y dentro de un rectángulo porque “la gente es muy cuadriculada en cuanto a la religión o quieren imponer su concepto. Pienso que la vida de Dios es innata en el hombre y hay que tratarla con cuidado, o saber utilizarlo. En Dios creemos”, confiesa Hidalgo, quien comparte esta idea con su preocupación sobre la Inteligencia Artificial. Lo hace representando tres Reyes Magos “que parece que nos van a dar de comer, que nos conceden todos nuestros deseos”, dentro de una imagen de cabeza humana cadavérica, casi vacía.

En este punto, bien estaría recordar también las lecturas de La Caverna, de José Saramago, o del mito de la caverna del griego Platón para tener puntos de vista añadidos a las múltiples reflexiones que presenta Hidalgo en esta exposición, que prolongará sus días de estancia en El Coleta al mes de diciembre.

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