Cristina y Flor Díaz Carrasco, las hermanas de Irún que destaparon los casos de los bebés 'supuestamente robados' después de nacer en La Línea, prestaron declaración ayer ante la Policía Judicial de su localidad. Lo hicieron después de que, tal y como ha venido publicando este diario, la Fiscalía de Algeciras decidiera abrir diligencias al seguir apareciendo casos similares.

El fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros, ordenó a principios del mes pasado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía que investigara los casos, la inmensa mayoría ocurridos en el hospital de La Línea aunque también ha habido otros de bebés que nacieron en clínicas privadas que había en la ciudad. Entonces había 13 casos aunque Cristina Díaz asegura que ya son unos 20. La Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta de la comisaría es la que se está encargado de la investigación.

Estas hermanas acudieron ayer a la Policía Judicial de Irún con toda la documentación que poseen sobre su caso y contaron todo lo relacionado con el nacimiento del que habría sido su hermano.

Cristina aseguró a este diario, muy emocionada, que estaban muy satisfechas porque veían que después de tanto tiempo la investigación está avanzando: "Estamos muy emocionadas, muy satisfechas y también, por qué no decirlo, muy esperanzadas. A ver si se aclara qué pudo ocurrir con nuestro hermano y con tantos otros bebés".

Cristina Díaz Carrasco afirmó que no han sido las primeras en declarar sino que varias familias de La Línea ya han testificado y que otras que residen fuera también han sido llamadas a declarar. "No paran de salir casos. Van unos 20 pero el goteo es continuo y nos consta que a la Fiscalía han acudido varias familias aunque no sabemos cuántas. Sólo en esta última semana hemos sabido de otros tres en La Línea. Ojalá todo esto se aclare y podamos saber la verdad", manifestó.

Ambas hermanas salieron a la luz pública hace ahora un año para saber qué pasó con su hermano, que nació en el hospital municipal de La Línea en 1967 y que supuestamente murió poco después. El bebé, un varón, nació vivo pero luego le dijeron a la madre que había muerto por problemas respiratorios, explicación que se ha dado a muchas de las familias que han ido sacando sus historias a la luz pública después. También, como en todos los casos, el hospital les dijo que se encargaba del entierro.

Estas hermanas no descubrieron hasta hace pocos años que había ocurrido algo raro ya que cuando fueron a visitar la tumba de su hermano en el cementerio de La Línea, como hacían siempre que venían a la ciudad, ésta ya no estaba porque habían hecho reformas. En 2006, la madre de Cristina y Flor falleció y sus hijas quisieron ponerle en la lápida el nombre y la fecha de su hermano. Entonces descubrieron, como en la práctica totalidad de los casos, que el entierro de este bebé no consta en el cementerio.

Estas familias han creado una página en la red social de facebook denominada Niños Robados para cualquier persona interesada en estos casos.